Aunque, obviamente, la puesta de estrella desde un sitio tan icónico merece muchísimo la pena, lo cierto es que el mirador no es muy grande, pudiendo agobiar un poco, y incluso las colas son más largas. Adicionalmente, si tienes suerte y por tu peso te colocan en la parte delantera, contiguo al piloto, tendrás unas vistas todavía más especta